Reseña: Robar en American Apparel, de Tao Lin.

o como escribir tu patética biografía y que la compre todo el mundo.

Título: Robar en American Apparel.

Autor: Tao Lin.

Editorial: Alpha Decay.

Precio: 14€

Páginas: 101

ISBN: 978-84-92837-44-1

Sinopsis: Impúdicamente autobiográfica y desesperadamente moderna, sobria y austera como un hermoso haiku, deliciosamente absurda y dolorosamente divertida, "Robar en American Apparel" sembró controversia y encendida polémica desde el momento de su publicación. Las hilarantes y absurdas correrías de Sam, empleado basura, aspirante a escritor, adicto a eBay, a los smoothies y a la leche de soja, le llevarán sin blanca de Pensilvania a Manhattan y de ahí a Florida pasando por Atlantic City, intentando sobrevivir a sus amigos, a su propia neurosis, a su triste apartamento y a una interminable ruptura con la adorable e inestable Sheila. Mientras, Sam trata de escribir la novela que le sacará del arroyo y le salvará de la parálisis existencial en la que hace aguas su vida.

Opinión:

Robar en American Apparel es uno de esos libros que necesitaría una pegatina que pusiera "¡Peligro! Libro solo recomendado a modernos y hipsters". Aunque debo decir que la portada, la editorial, el pequeño dibujito en el que está escrito "héroes modernos" y el título gritaban modernidad a los cuatro costados. Pero yo, como buena persona que soy, acepté una recomendación de una amiga. Nada más dármelo me dijo "es un libro que lo amas o lo odias". Creo que jamás el verbo odiar fue tan perfecto para describir un libro. Sí, un verbo describiendo un libro al que literalmente odio. Lo odio tanto que ha ganado el premio al libro basura del año. Así que me gustaría pediros un gran respecto hacia esta eminencia, este libro sin igual, que os descubrirá el sentido de la vida.

¿Qué cuenta Tao Lin en este libro? Voy a resumirlo en una palabra: nada. ¿Magistral, verdad? Pues así pareció pensarlo Tao Lin cuando se dispuso a escribir este libro tan sumamente autobiográfico, sin una pizca de inquietud y basándose en la normalidad más aburrida y exasperante. Tenedlo claro, lo único que vais a encontrar va a ser un protagonista sin futuro, que no hace nada más que no hacer nada, solo escribir libros basura, beber batidos de soja y trabajar por un mísero sueldo. Visto así, si el autor hubiese querido exprimir más la novela, crear un conjunto con sentido y no meras frases sueltas, hubiera tenido una suculenta crítica al mundo de hoy. Un mundo donde nada importa, donde todos los días se vuelven iguales, donde acabar siendo superficial parece lo más sensato, mientras comes alimentos ecológicos pero no tienes ni idea de qué ocurre a tu alrededor. Pero todo ello es destrozado por una trama no invisible, sino inexistente; unos personajes que bien podrían ser todos el mismo y un final patético.

No os equivoquéis. Esto no es literatura moderna, no se trata de una obra del teatro del absurdo en la que se encuentra una crítica encubierta. Por mucho que el autor se compare con Samuel Beckett, solo es un cretino que piensa ser alguien. Tao Lin no está vendiendo un libro en el que haya puesto su esfuerzo, tiempo y ganas. Está vendiendo aire.

—¿No huele raro cuando quemas pelo? —dijo Sam.
—Coge un poco del mío —dijo Kaitlyn.
Sam cogió un poco de pelo de Kaitlyn y lo puso en la vela.
—Huele a cadáver —dijo Sam.
—Huele a cereales —dijo Kaitlyn.

Valoración:

Malo